INJERTO EN CUCURBITÁCEAS (SANDÍA)

Se ha utilizado el injerto de sandía como método  de multiplicación de sandía sin semilla. Los brotes obtenidos de la germinación in vitro de semillas tropicales, después de su multiplicación se injertan sobre patrones resistentes para producir plantas clónales listas para trasplantar.

Cuando se injertan plantas de distintas especies aparecen nuevas proteínas en los exudados de la variedad, a los 9-11 días después del injerto, cuando ya se han formado puentes de unión entre las dos plantas. Estas proteínas corresponden exactamente a las del patrón y se traslocan a través del floema. La dirección de transmisión depende de la combinación patrón-variedad. Mientras que algunas combinaciones no permiten el intercambio, en otras, algunas plantas se comportan como donantes y otras como receptores.

Ilustración 1. Esquema sobre el floema y el xilema de las plantas

La fuerza de la unión del injerto evoluciona en tres fases: entre los días 1 y 4, y esta fuerza aumenta lentamente; entre los días 4 al 8 lo hace rápidamente y del 8 al 11 a veces vuelve a crecer lentamente. El fortalecimiento de la unión se retrasa al enviar las partes de su posición habitual (girar la PÚA 180°) o dejar que alguna de ellas se marchite ligeramente. También supone un retraso en la unión, el alejamiento genético entre las dos partes del injerto. De todas maneras, la fuerza de unión entre ambas partes no es un índice seguro de compatibilidad.

Ilustración 2. Utilización de Lamina para injerto en sandia

La unión entre injertos.

Hay numerosos estudios sobre la unión del injerto, especialmente en plantas leñosas, la secuencia del proceso es como sigue:

  • Se ponen en contacto los tejidos del patrón y del injerto de manera que las regiones cambiales de ambos están estrechamente unidas. Deben mantenerse unas condiciones de temperatura y humedad que estimulen el prendimiento en las células recién puestas en contacto y en las circundantes.
  • Las células del cambium del patrón y del injerto producen células de parénquima que se entremezclan formando un tejido de callo.
  • Algunas células de callo se diferencian en nuevas células de cambium
  • Estas nuevas células de cambium producen nuevo tejido vascular.

Factores que influyen en la unión.

Además de las características propias de las plantas que se unen, algunos factores ambientales facilitan o dificultan el proceso. Entre los más importantes están los siguientes:

  • Temperatura: tiene un marcado efecto sobre la formación del tejido del callo. En el injerto de cucurbitáceas se recomienda mantener una temperatura de 25-28°C durante la fase de unión. Se obtienen, sin embargo, buenos resultados cuando las mínimas no bajan de 15°C ni las máximas exceden los 33°C.

Ilustración 3. Injerto de Melón con lamina para injerto

  • Humedad: los tejidos cortados para la unión del injerto, deben mantenerse, por algún medio, en condiciones de humedad elevada, pues en caso contrario, las probabilidades de una buena unión son reducidas. Las partes expuestas baja humedad, se suberifican, impidiendo la unión.

Ilustración 4. Unión de patrón y portainjerto.

Una alta humedad relativa HR y baja luminosidad dificultan la marchitez de los brotes sin raíz. La tasa de supervivencia y calidad del injerto mejoran con una HR del 80-90%. Si baja del 70%, tanto una como otra se ven perjudicadas, igual que sucede con alta intensidad luminosa. Las instalaciones habituales, en las que se colocan las plantas recién injertadas, están adaptadas para mantener una alta HR, pero si esta es excesiva (alrededor del 97%) un ligero movimiento del aire puede ser conveniente. El movimiento del aire baja la temperatura de la hoja y disminuye la transpiración, acelerando la transpiración, acelerando la unión del injerto, sin que las plantas lleguen a marchitarse.

Superficie de contacto: un contacto eficaz depende del número de disposición de los haces conductores de dos plantas que se injertan y, sobre todo e las zonas de corte que entran en contacto.

La sandia y la calabaza tiene los haces conductores dispuestos en grupos dispersos en círculo alrededor del eje del tallo. En el injerto de aproximación varios haces de sandía pueden coincidir con algunos de la calabaza que son menos numerosos. En el injerto de PUA hay que procurar que el extremo de la PUA, cortado en horizontal, coincida con el extremo de la incisión en el patrón, también horizontal para que establezca una buena comunicación entre los haces conductores de ambas plantas. En el injerto adosado se establece la mejor conexión entre patrón y variedad, ya que el  corte en la calabaza se realiza en una zona especialmente rica en haces vasculares y se suponen casi todos que circulan en el tallo por ambas plantas.

Ilustración 5. Esquema de haces vasculares en plantas.

En todos los casos el éxito del injerto es muy importante. Si se pone en contacto sol una pequeña parte de los tejidos del patrón y la variedad, la unión es deficiente. Aunque hay una buena cicatrización  y comience el crecimiento de la variedad, cuando esta alcance un desarrollo importante, una unión escasa impide el transporte de agua suficiente y se produce el colapso de la planta injertada.

MATERIAL PARA INJERTO

Bibliografía

Alfredo de miguel, f. d.-j. (2007). Injertos de hortalizas. Madrid: Ministerio de agricultura, pesca y alimentación.

Ferre, f. c. (2007). El cultivo de sandía apirena injertada, bajo invernadero en el litoral mediterráneo español. Madrid: instituto la rural.

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